
Normalmente, la córnea está curvada de una manera gradual. El queratocono tiene lugar cuando la córnea se vuelve más delgada y adquiere una forma de cono. Puede ocasionar diferentes problemas visuales.
El queratocono, por lo general, no causa dolor. Se puede desarrollar de manera repentina o de forma progresiva, a lo largo de muchos años. La córnea participa en el proceso de enfoque, por lo que los cambios en la misma pueden producir diferentes síntomas relacionados con la visión, tales como:
Los síntomas leves pueden tratarse con gafas o lentes de contacto; las lentes de contacto rígidas son la forma más efectiva para corregir los efectos del queratocono. Las visitas regulares al óptico ayudan en gran medida a la detección temprana. En los casos más severos, el queratocono puede requerir la intervención médica; llegados a este punto, el especialista de la visión y el paciente tratarán el tema con más detalle.